Querida mamita, sé que tú trabajas pensando en nosotros, gastas todo tu esfuerzo para estar siempre a nuestro lado, sé que para tí, es difícil estar cada día al cuidado de nosostros, pero aún así tu mirada nos dice que nos quieres y que no importa cuanto trabajes, siempre vas a estar amándonos.
Hallando tu cuerpo, hechada en la cama, puedo sentir el aroma de tu cabello, que va soplando el viento. Jamás vi una mujer tan hermosa como tú. Salgo a la calle, para comprar regalos, para que cuando llegues a casa puedas sentir el gran amor que te tengo. Sabiendo que tienes que ir a trabajar, dije qe te haría el desayuno, hice un gran esfuerzo por levantarme temprano, y salir, hacia mucho frio, me dijise que me abrigara, para que no me enfermara, y me pregunte, como puedes, mama, cuidar de nosotros, sabiendo que eres la primera que te puedes enfermar...
Sabes,... hoy tuve un sueño, un sueño hermoso, en el que aparecias tu, pero no se porque unas gotas de lagrimas caian de mis ojos, si es que tu estabas ahi, en frente mio, no paraba de llorar, cuando subi la cabeza para verte, me di cuenta que tu tambien llorabas, y te despedias de mi, alejándote, dejándome sola, corrí, para poder alcanzarte, pero... ya era muy tarde, te habías ido...
Descubrí que al dia siguiente era un dia muy especial, era un día en el que todos los hijos deseaban felíz día a sus madres.
Te prometo mamá, que siempre estaré a tu lado, y debes prometerme también, que tú nunca te irás, tú eres mamá como la virgencita, a parte de que no quieres qu nos pase nada malo, haces que la luz tan pequeñita que tenemos, brille aún más dentro de nuestros corazones, por eso déjanos agradecerte diciéndote...
¡GRACIAS MAMÁ, TE QUEREMOS MUCHO! y un
¡FELIZ DÍA DE LA MADRE!
